En un mundo cada vez más interconectado, hay cada vez más documentos médicos que atraviesan fronteras nacionales, bien sea para distribución de vacunas, conferencias científicas internacionales o artículos científicos.
La traducción médica especializada es esencial para asegurarse de que el conocimiento se comparta con ecuanimidad y para garantizar la cooperación científica y la seguridad de la atención médica en todo el mundo.
La medicina es un campo ultraespecializado que abarca muchas disciplinas, como fisioterapia, farmacia, y odontología. Toda traducción debe ser precisa, pero en el sector médico, esa precisión es fundamental: las traducciones imprecisas o inexactas son inconcebibles dadas las consecuencias humanas y jurídicas que podrían tener.
Ciertos acontecimientos importantes, como la pandemia de COVID, aceleraron mucho el auge de la traducción médica dado el aumento drástico de la demanda de traducción de protocolos, ensayos clínicos y artículos periodísticos sobre salud pública —en 2020, el aumento de la demanda de traducción del sector de la atención médica fue del 49 %—.
Los detalles de la pericia en traducción médica
La traducción médica, que combina lingüística, ciencia y reglamentación, es una disciplina exigente. Para garantizar excelente calidad y seguridad, estos traductores especializados necesitan contar con habilidades que superan por mucho el dominio perfecto del idioma de salida y el de llegada.
Formación extranlingüística esencial
Para traducir un documento médico de una disciplina en particular, el traductor debe contar con formación médica específica. A diferencia de la traducción común, las traducciones médicas profesionales requieren pericia interdisciplinaria y extralingüística. Los traductores deben conocer a fondo la bibliografía, incluidos temas tales como anatomía, fisiología, patología y farmacología.
Por lo tanto, muchos de esos traductores especializados fueron médicos, químicos, dentistas, ingenieros, enfermeros o farmacéuticos, lo cual garantiza pericia integral en diversas especialidades (oncología, dermatología, oftalmología, etc.).
Esa pericia no se acumula para comenzar a trabajar de médico, sino para promover la duda sistemática al consultar un documento y para poder siempre defender la elección de vocabulario y la interpretación de texto propias, con argumentos que las sustenten. Los traductores también deben mantener sus conocimientos al día con formación continua, para mantenerse al tanto de los constantes avances del sector.
Ajuste del mensaje al público al que apunta
Los traductores médicos necesitan saber quién escribió el texto y a quién está dirigido. El tono y el estilo del documento y las palabras que elijan dependen del tipo discursivo del texto. Por ejemplo, los artículos científicos destinados a pares (texto informativo) usan un campo léxico muy especializado y técnico. Por otro lado, los diagnósticos o folletos informativos dirigidos a pacientes (no acostumbrados a términos técnicos) requieren un campo léxico simplificado.
Distinciones entre especialidades
El término “traducción médica” es amplio y abarca todos los documentos relacionados con la salud, bien sean clínicos, científicos, farmacéuticos, biológicos, o veterinarios. No obstante, la diferenciación entre ámbitos secundarios es fundamental:
- La traducción médica y la traducción para dispositivos médicos:
Si bien están relacionadas, las traducciones médicas (como los informes clínicos) son muy diferentes a las traducciones para dispositivos médicos dado que el campo léxico no es el mismo. Los dispositivos médicos son todos los productos o equipos destinados a uso médico. Las traducciones de este campo incluyen etiquetas, instrucciones de uso, fichas de datos, y manuales de instrumentación. Para traducir sobre un dispositivo médico, el traductor debe entender cómo funciona. Los programas informáticos y las aplicaciones para dispositivos móviles de uso médico (que permiten hacer diagnósticos o formular recomendaciones de salud) también se consideran dispositivos médicos.
En Europa, los dispositivos médicos deben cumplir con los requisitos de la Reglamentación de Dispositivos Médicos (MDR, por sus siglas en inglés).
- La traducción médica y la traducción farmacéutica:
La traducción farmacéutica se centra específicamente en productos farmacéuticos, autorizaciones de marketing (MA, por sus siglas en inglés), protocolos de estudios y farmacovigilancia. Por otro lado, la traducción médica cubre un espectro más amplio que incluye historias clínicas, manuales informativos para pacientes, y bibliografía sobre estudios científicos.
Terminología precisa, reglamentaciones y ética
En el sector de la atención médica, la traducción enfrenta desafíos importantes: los errores pueden hacer que se entiendan mal instrucciones, se administren dosis no apropiadas, o incluso se generen complicaciones médicas graves, lo cual pone en riesgo la vida de los pacientes.
Cumplimiento de normas y reglamentos: imposiciones de la MDR y la FDA
El sector médico y el farmacéutico deben cumplir con reglamentos cada vez más estrictos que rigen todas las etapas del ciclo vital del producto, desde el desarrollo hasta los ensayos clínicos y el cumplimiento normativo después de su comercialización. Para conseguir las aprobaciones reglamentarias necesarias, las empresas deben ajustar sus productos a las normas locales.
El incumplimiento de dichas reglamentaciones puede conllevar retrasos en la comercialización, retiros del producto del mercado, y multas. Para garantizar seguridad y cumplimiento de normativo, los proveedores de servicios lingüísticos deben cumplir con:
- La Reglamentación de Dispositivos Médicos (MDR) de la UE. Esta directiva establece normas específicas para la traducción de etiquetas, folletos, e información sobre dispositivos con el objeto de garantizar la seguridad del paciente en la Unión Europea.
- Los requisitos de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de los EE. UU., que establece un marco riguroso de rotulación y para ensayos clínicos.
- La norma ISO 17100 sobre requisitos para servicios de traducción, que garantiza la calidad de los procesos, los recursos, las certificaciones y la trazabilidad.
Control de calidad doble: un requisito de la norma ISO 17100
En un sector donde la precisión y la confiabilidad son por completo esenciales, la revisión meticulosa de un segundo traductor experto es un paso no negociable de todo proceso de control de calidad. Este paso es una respuesta directa a los requisitos de la norma ISO 17100 que rige los procesos de traducción profesional, incluidas la revisión y la certificación de servicios lingüísticos.
La función fundamental de este corrector, al cual suele llamárselo revisor, involucra hacer una revisión completa de la traducción y compararla con el texto de origen. Esa verificación es esencial para detectar y corregir errores o incongruencias. El corrector garantiza que la traducción sea tanto precisa como fiel al texto de origen.
Cuando se trata de documentos científicos o normativos muy delicados, los procesos de control de calidad pueden llegar a incluir una validación final de un profesional del sector de la salud (como un médico, un farmacéutico, o un investigador) que garantice la precisión de la información.
El control de calidad final verifica que se haya respetado el glosario y se usan traducciones inversas para verificar que los fragmentos más delicados de la publicación estén perfectos.
La última verificación la lleva a cabo uno de los gestores de proyectos de la agencia de traducción, un especialista en el sector médico. Además de analizar en detalle el documento de origen para determinar su propósito, el gestor de proyecto verifica, a lo largo de toda la asignación de la traducción, que se cumpla con los procedimientos de gestión específicos del proyecto y que se respeten estrictos protocolos que garanticen la confidencialidad absoluta de la información.
Los retos de la terminología y la uniformidad
La polisemia de los términos médicos, que a veces pueden tener diferentes sentidos según el contexto clínico, y los problemas de manejo de la nomenclatura específica complejizan mucho más la traducción médica. Los traductores deben conocer bien nomenclaturas internacionales tales como la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) y la Denominación Común Internacional (DCI) de las moléculas farmacéuticas.
Para superar esos retos y garantizar precisión y uniformidad, los traductores utilizan herramientas especializadas tales como glosarios detallados, bases de datos terminológicas y programas con memoria de traducción específica del cliente. Más aún, los traductores expertos deben estar al tanto de variaciones culturales como las diferencias de unidades hematológicas (p. ej., los autores que escriben en inglés suelen usar g/dL, mientras que los autores que escriben en francés tienden a usar g/L).
Confidencialidad, precisión y confiabilidad
La precisión y la confiabilidad son por completo fundamentales en las traducciones médicas. Los traductores también deben respetar la confidencialidad de la información médica personal de los pacientes. Eso incluye mantener protegida la información procesada y cumplir con los reglamentos vigentes, como el Reglamento General de Protección de Datos de Europa. Los traductores tienen responsabilidades importantes en términos de ética, garantizar la precisión científica y siempre consultar fuentes oficiales.
La inteligencia artificial en la traducción médica: ¿ayuda u obstáculo?
La integración de la inteligencia artificial (IA) a la traducción médica ha avanzado y ofrece la posibilidad de reducir los tiempos de entrega y los costos. Pero, lejos de reemplazar a los seres humanos, a la IA se la considera una herramienta asistencial.
Ventajas (y limitaciones) de la IA
Las tecnologías de IA, como la traducción automática neuronal (NMT, por sus siglas en inglés), pueden procesar grandes volúmenes de texto más rápido que los seres humanos:
- en situaciones de urgencia, eso implica que los documentos traducidos puedan estar disponibles más rápido, si bien su precisión puede no ser por completo confiable;
- puede ayudarles a los lectores a entender documentos redactados en un idioma que ellos no hablen.
La IA solo debe usarse con contenido que no sea delicado y que no exija el cumplimiento de la norma ISO 17100. La traducción automática no cumple con los requisitos de la norma ISO 17100 ni siquiera tras la corrección de un traductor especializado profesional y el proveedor de servicios lingüísticos que la produce no puede certificarla.
Si bien la IA puede usarse con cierto contenido no delicado, se recomienda no usarla sola en el campo de la atención médica: es esencial la revisión detallada de un ser humano.
Los traductores humanos desempeñan un papel fundamental en la relectura de esas traducciones generadas por IA. Esa tarea se llama posedición y el proceso estándar implica:
- Traducción inicial con IA
- Edición humana de un traductor médico profesional para corregir errores y perfeccionar el lenguaje
- Ajuste contextual y cultural
- Control de calidad final
No obstante, el uso de IA nunca debería reemplazar la pericia humana necesaria para garantizar precisión, confiabilidad, e información médica relevante según el contexto.
Cuando los motores no han recibido suficiente entrenamiento, ciertos contenidos y combinaciones de idiomas no son apropiados para la traducción automática. La calidad de la traducción sería demasiado mala como para corregírsela. Es responsabilidad de los proveedores de servicios lingüísticos asesorar a sus clientes sobre si puede usarse IA o no para brindarles la calidad que esperan.
Los riesgos de usar IA en la traducción médica
A pesar de sus muchas ventajas, el uso de traducción automática en el campo médico requiere extrema precaución, dado que conlleva riesgos importantes.
- Errores conceptuales y falta de contexto
Cuando se usa inteligencia artificial, pueden surgir dos problemas grandes:
- Alucinaciones: La inteligencia artificial puede generar contenido convincente pero incorrecto, lo cual produce resultados engañosos o referencias ficticias.
- Información obsoleta: Los modelos de IA desactualizado pueden carecer de traducciones relacionadas con los últimos avances médicos, como nuevos tratamientos o ensayos clínicos (por ejemplo, un modelo entrenado hasta 2021 podría no incluir inmunoterapias aprobadas en el último tiempo), lo cual podría tener efectos en la atención de los pacientes.
- Problemas de confidencialidad de la información y seguridad
El uso de la IA incluye la manipulación de información muy confidencial. Los proveedores de servicios lingüísticos deben garantizar la manipulación sin riesgos de la información y el cumplimiento de los reglamentos vigentes.
Conclusión: Una colaboración segura entre los seres humanos y la tecnología
La traducción médica es una especialidad exigente donde hay mucho en juego. Requiere profesionales certificados y con experiencia y precisión absoluta en relación con la terminología y el cumplimiento de la norma ISO 17100.
La IA es una herramienta muy útil que contribuye a acelerar el proceso, pero debe usársela con extrema precaución.
Los traductores humanos especializados siguen siendo la piedra angular del campo de la atención médica: se aseguran de que el mensaje médico no solo sea preciso, sino también apropiado desde el punto de vista ético y el cultural para pacientes y profesionales de todo el mundo.
En ITC Global, las traducciones funcionan como un sistema médico eficiente: somos una agencia generalista, capaz de administrar todo tipo de proyectos, pero cada uno se le confía a especialistas en el campo… tal como los médicos clínicos recurren a expertos que les den el diagnóstico más preciso. Nuestros productores y gestores de proyectos dominan a la perfección los detalles del sector médico, lo cual garantiza precisión perfecta. Y, si bien la IA puede ayudar con ciertos pasos, dentro de un marco de uso estricto, nunca se la utiliza sola… solo la pericia humana puede garantizar una traducción confiable y segura que permita superar los retos del sector de atención médica.

